Muchas expresiones ya hemos escuchado o leído de funcionarios públicos inoperantes tratando de justificar sus funciones mal cumplidas. Pero lo expresado por el nuevo Ministro del Interior, Tadeo Rojas, toca lo ridículo.
Dijo que la población civil muy poco colabora en la lucha contra el EPP. Tamaña desfachatez deja en evidencia la nula preparación de un político a cargo de funciones tan delicadas como la seguridad interna del país. Nunca se preparó para tal efecto y si lo hizo, deja muy en claro que no aprendió las lecciones.
Buscar responsabilizar a la temerosa población civil es absolutamente desfachatado. Es civil y está temerosa, con justificación plena ésta población a la que él, debe garantizarle su seguridad. Gana millones, tiene guardias hasta en el baño, administra un presupuesto inflado que financia la inoperancia y encima le quiere pasar el fardo a la gente que, por funcionarios públicos de ésta calaña, solo atinan a atrincherarse en sus casas si es que no la abandonan, porque el Estado tiene la agenda marcada por éstos terroristas.
Antes de buscar justificarse de manera tan grotesca, el Ministro del Interior debería buscar utilizar sus millonarios rubros para roderase de gente capacitada, de esmerarse en cumplir sus funciones bien remuneradas, pero escasamente, por no decir nulas, en acciones positivas en busca de asegurar la seguridad del país.
Es así que el Nuevo Rumbo tiene personal absolutamente incapacitado y los resultados para éste sufrido pueblo, sobre todo de la población norteña, no puede ser otra que secuestros y muertes, triste realidad que azota, mientras nuestros funcionarios siguen diciendo disparatadas.
Foto ABC Color